A diferencia de la TÁCTICA, que se enfoca en el corto plazo, y está vinculada a acciones inmediatas, la ESTRATEGIA, es planeada a largo plazo y está relacionada con los objetivos más básicos de la empresa. Esta última nos permitirá establecer la misión de la empresa para alcanzar la visión de la misma, lo cual es materialmente imposible en el corto plazo.
Siguiendo a Kenneth Andrews, “La estrategia representa un patrón de objetivos, propósitos o metas, así como las políticas y los planes principales para alcanzar estas metas, presentándolos de tal manera, que permiten definir la actividad a la que se dedica la empresa, o a la cual se dedicará, así como el tipo de empresa que es o será.”
Para pasarlo en limpio una estrategia debe tener:
- Un plan de acción por objetivos.
- Políticas.
- Recursos.
Como estrategas, no solo nos debe interesar lo predecible, sino también lo impredecible y hasta lo desconocido. Debemos poder planificar en diversidad de escenarios presentes y futuros. Una suerte de Doctor Strange un poco más mundanos.
Ahora, hay diferentes tipos de estrategia: empresariales, ideológicas, impuestas, de procesos…sea cual fuera la estrategia adoptada por la empresa lo importante es saber como hacerla fracasar. Hágase un favor y tome nota:
- No tenga en cuenta los tiempos o plazos de ejecución de las diferentes acciones destinadas a conseguir lo que se proponen como organización.
- Extrapole o desarticule hechos pasados del presente y del futuro de la empresa, si lo piensa friamente, no tienen ningún tipo de vínculo.
- Elabore un plan de acción impracticable desde los recursos y los plazos. Algo que se vea maravilloso en su mente y someta a sus colaboradores a una situación de estrés fulminante. “Ellos pueden con todo”.
- Manifieste un completo desprecio por los datos numéricos que sus colabores han recabado, después de todo, “ellos que saben”.
- Proponga una estrategia que en otra empresa haya dado excelente resultados. Al fin y al cabo, si les dio resultado a ellos, porque no a usted.
- Considere el futuro inmediato y mediato como certezas. Puesto que vivimos en un país completamente predecible sin fluctuaciones económicas ni financieras.
- Permanezca rígido hasta la estupidez. Por qué adaptarse a los cambios del entorno, si hasta ahora pudo subsistir así tal como está.
- No conserve la iniciativa. A fn de cuentas, usted dio una orden: “Hagamos esto”. No pregunto cómo se podría hacer, ni su viabilidad. Usted entiende que orden dada, es tarea cumplida. No hay estímulo que medie entre su imposición y la consecución.
- No considere a la estrategia una pauta de acción. Usted dijo lo que había que hacer…¿acaso no se dan una idea de cómo hacerlos? Y todavía se pregunta para que les paga…
- Finalmente pierda la perspectiva y el sentido de la realidad.
Con estos simples consejos usted podrá lograr, no solo que la estrategia fracase, sino que además se puede dar el lujo en estos tiempos que corren, de hacer quebrar la empresa o entrar en cesación de pagos, o que sus empleados competentes se vayan a trabajar a la competencia, con tal de tener 40´para almorzar en paz. Lo que se dice todo un visionario.
lic. Elizabeth Farias