“Sólo tienes tres opciones en la vida: darte por vencido, darlo por sentado o darlo todo de tí.
Siempre es tu elección”. Anónimo
«En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte». Honore de Balzac
Cuántas veces hemos escuchado “cada crisis es una oportunidad”, o “Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana”. Lo cierto es que, convertir una crisis en oportunidad va a depender de algunas herramientas internas:
- Percepción de la crisis como oportunidad.
- Perspectiva de la resistencia al cambio.
- Inteligencia emocional.
Pues para que la crisis sea oportunidad se debe valorar como tal, y en algunos casos modificar nuestra creencia sobre el cambio y la forma en que lo manifestamos o comunicamos.
La percepción de una crisis como una oportunidad.
“Las dificultades dominadas son oportunidades ganadas”.Winston Churchill
La crisis que hoy atravesamos, en lo laboral, familiar, social o profesional, puede ser la anécdota de mañana si encontramos en ella significado. Dicho de otra forma, si usamos la crisis como aprendizaje. Como reza el dicho de James Allen, “Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo”.
La palabra crisis evoca, siempre y en primer lugar, problema, luego peligro, riesgo, depresión y/o pesimismo. Frente a un sacudón a lo conocido, siempre nos planteamos ¿por qué? ¿por qué a mí? ¿por qué ahora? Yo te insto a que averigües ¿Qué tienes que aprender de esto que te pasa?
Si lo que causa esta hecatombe está en tu casa/ círculo íntimo pregúntate:
¿Cuál es el problema? ¿qué implica? ¿a quiénes involucra? ¿soy responsable? ¿cómo puedo resolverlo? Si no puedo resolverlo ¿puedo colaborar de alguna manera? ¿cómo mejora nuestra vida aclarando esto?
Supongamos que en vez de en tu casa, la crisis se da en tu trabajo/ámbito profesional, el planteo podría ser:
¿Qué ha generado el problema? ¿quiénes están involucrados? ¿cuál es mi responsabilidad en esto? ¿cómo puedo contribuir a mejorar? ¿es un problema de larga data? ¿esperable? ¿fue un imprevisto? ¿nos perjudica o sólo nos resistimos?
Perspectiva de la resistencia al cambio.
“La vida te da oportunidades, y las tomas o te quedas con miedo de tomarlas”. Jim Carrey.
Nos aferramos todo lo que podemos a lo que conocemos. Abrazamos culturalmente al malo conocido, y esquivamos con premeditación y alevosía al bueno por conocer. Compramos siempre la misma marca de aderezo o de champú, y ravioles en la misma fábrica de pastas. No variamos el recorrido a casa, ni escuchamos más música que la que conocemos de toda la vida. Nuestras respuestas frente a lo nuevo suelen ser “siempre lo hice así”, “aquí trabajamos de esta manera desde el principio”, “estoy cómoda/cómodo”, “ella/ él es así, ya me acostumbre”, “mejor me quedo en esta fila”… y podría seguir completando una carilla con las excusas y los límites autoimpuestos.
¿Cuál es el nudo de la resistencia al cambio?
Una palabra de 5(cinco) letras: miedo. Porque si bien, la VOLUNTAD es una fuerza más que poderosa, el “miedo” es su antagonista por excelencia. Y se disfraza de prudencia, cautela, mesura o sensatez con tal de que no salgas de donde estás, de que sigas igual. Aunque sientas que no perteneces ahí, que no es el lugar donde vas a crecer, a prosperar o desarrollarte profesionalmente. Una frase de Abraham Maslow dice “Reconocer que el lugar donde estás, no es donde quieres estar, es el punto de partida para cambiar tu vida”. Resistirse al cambio en general, a los cambios naturales de la vida, o a los intempestivos del contexto, porque hay cosas, situaciones y elementos que no dependen de nosotros solo nos trae malestar, e incluso dolor.
La inteligencia emocional.
“La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas,
sino de estar abierto a todas las preguntas”. Wallece Stevens
El libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman se publicó en 1995, y desde allí se inició una carrera meteórica para comprender las propias emociones, saber manejarlas, calibrar empáticamente con el prójimo, y dominar habilidades sociales.
Goleman se basa en el principio socrático “conócete a tí mismo” y procura ayudarnos a comprender, cómo podemos influenciar de manera inteligente nuestras emociones. Lo que nos resulta, particularmente útil en épocas de crisis, cambio y/o conflicto.
¿Por qué la inteligencia emocional me ayudaría en una situación de crisis?
Porque se asienta en los principios de autoconocimiento, automotivación y autorregulación de las emociones. Entonces, si estoy atravesando cambios importantes o críticos, estas herramientas me permiten encauzar la crisis, y valorarla como una transformación necesaria. Distinto no quiere decir peor, sólo diferente. Y en la vida lo único permanente es el cambio.
Pregúntate ¿qué vida quiero vivir? ¿cómo la quiero vivir? ¿qué carrera quiero seguir? ¿esta que ejerzo es Mi Profesión? ¿estoy listo para vivir solo/sola? ¿tengo las herramientas para empezar un negocio propio? ¿me rodeo de gente positiva y realista? ¿bienintencionada? ¿este equipo de trabajo es mi “dream team”?
Los desafíos y las experiencias pueden darnos lecciones fascinantes sobre crecimiento, cambio y aprendizaje. Nuestra disposición para adaptarnos, tomar decisiones sobre imprevistos, valorar oportunidades, cambiar y crecer, siempre vienen acompañadas de nuestros deseos de trascendencia, de vernos internamente y de ver el mundo de una forma diferente.
Lic. Elizabeth Farias para CESPYM CURSOS.